Indignados, perroflautas, inconstantes, ilusos, abobados…

Tras la cámara, más allá de la posición que la misma expresión indica, uno está obligado a posicionarse ante los hechos.

Esto no quiere decir que el fotógrafo tome participación en lo que acontece (aunque personalmente creo que es imposible evitarlo), si no qué de lo que acontece ha de elegir que tipo de imagen quiere plasmar y por lo tanto que visión pretende mostrar.

En el caso que nos ocupa en este Post, ante el objetivo de la cámara (tal como es propio en los actos de una manifestación masiva) desfilaron miles y miles de situaciones dignas de ser retratadas; sin embargo, dejando de lado el acto voluntario del fotógrafo, he observado gratamente que sobre todo lo que captó la cámara fueron las expresiones de júbilo y desasosiego de los manifestantes.

Eran muchos y estaban seguros de lo que hacían…, y estaban alegres de ser tantos…

Los gobernantes deberían ver y leer los rostros de los Indignados, quizás de este modo captasen que lejos de mostrar odio en sus muecas, avanzan con caras contentas y relajadas, pues saben que son ellos los que tienen la razón, cuando enarbolan la bandera del cambio de paradigma.

Todos los políticos ( ¡Va! dejémoslo  en casi todos ), los medios de información, sus tertulianos y “opinadores”, críticos y politólogos ( “culturillos” todos), desconocen “supinamente” como clasificar el movimiento de los Indignados.

Muchos de ellos se preguntan por su ideología y los vilipendian por no tener una capaz de ser enumerada punto por punto:   “No es como lo del Mayo del 68,  y por lo tanto están abocados al fracaso y a la dispersión…”.

Ingenuos señores, este cambio de paradigma no es enumerable desde el sistema en el que están embebidos, aquel donde “el poderoso caballero”  lo puede todo.

Para aquellos que ya están arruinados, les son totalmente indiferentes sus opiniones, sus divagaciones y sus conjeturas sobre a quien hay que rescatar.

Ellos sin esperanza alguna que recaiga sobre sus posibles soluciones de ajedrez económico, de momento toman la calle pacíficamente, sonriéndose de su osadía y esperando ser cada vez más para convencer al mundo de hay otras formas y maneras.

Podría ser que para sorpresa de todos, exista alguna en la que toda buena gente tenga su lugar, sin estar vigilantes ni recelosos de aquellos  que sólo piensan en medrar a cualquier precio, sea político o económico.

Lejos de cualquier enfrentamiento, ( en la manifestación del 15 O, no se produjo altercado alguno) lo que se respira son ganas de ayudar a solucionar problemas entre todos.

No debería ser tan difícil darse cuenta de que todo esto es una gran oportunidad para aunar esfuerzos.

Parace que empiezan a escuchar:

Barroso propondrá sanciones penales para los bancos que necesiten ayuda pública por cometer excesos.

La Generalitat negocia con los bancos para forzar la mediación en los desahucios

4 comentarios en “Indignados, perroflautas, inconstantes, ilusos, abobados…

  1. Yo, al final, igual acabo ganándome bien la vida curando las tortículis de tantos que prefieren «mirar para otro lado».
    Saludos.

  2. Nuestras esperanzas nos hacen ser tal como somos.

    Mirando estas fotografias también te he visto a ti , tu visión del mundo, reconforta el alma saber que estás Aqui.

    Muchas felicidades por el trabajo que has hecho, y por el que has y vas a hacer…las buenas gentes en los buenos lugares…

    Toshiro Katsumoto estaria hoy encantado de la vida…tiene motivos para estarlo.

    Una forta abraçada,

Replica a Angelina Cancelar la respuesta