12M – Preparando el aniversario

Lo de menos es si se acampa o si no se acampa.

Lo que de verdad importa es que hoy volvemos a anunciar la decadencia del imperio del mercado, el fin de la tiranía del dinero, y el advenimiento de una nueva manera de entender la vida en sociedad, trufada de nuevos valores, que en realidad no son tan nuevos.

Simplemente hace mucho tiempo que habían sido despojados de su significado y relegados a la trastienda del sistema.

Un sistema con dos varas de medir: La que se aplica y la que se pregona. La que vale y la que se quiere aparentar. La que funciona y la que se presume. La que mide al poder político y económico y la que se aplica sobre la turba contribuyente y consumidora.

 

Mar de dudas

A los que vivimos abajo nos asaltan las dudas.

Nuestro conocimiento del mundo se fundamenta en la superposición de pequeños eslóganes, de menos de 140 caracteres, y no en razonamientos hilvanados por la lógica.

Esas pequeñas pastillas de conocimiento a nuestro alrededor, despojadas de su contexto, pierden su significado original y se condensan formando nubes de dogmas.

Luego esas nubes son aventadas por nosotros mismos (y por nuestra ignorancia) en todas direcciones de manera viral, cobrando nueva credibilidad a base de repetición, hasta que forman una espesa niebla que nos impide distinguir la realidad.

Por suerte, hay unos pocos que viven arriba, que se las han arreglado para escapar del mar de dudas, y que además se dedican a publicar su verdad, obtenida con esfuerzo y con razonamiento, creando una pequeña escalera de salvación para los demás.

El otro día, gracias a una amiga de este fotoblog, leí un artículo de Clara Valverde Gefaell, una de esas privilegiadas que contemplan el paisaje desde arriba. En él explica que la niebla que nos rodea no es sólo debida a un fenómeno natural, sino que además es fomentada mediante oscuras tácticas de manipulación del lenguaje por el poder neoliberal. El objetivo es fabricar el consentimiento de los ciudadanos para la perpetuación de las injusticias y desigualdades y por ende, del propio sistema.