Todo vuelve a pasar

Es cierto que las olas del mar besan la playa en un ciclo sin fin; aunque cada una de ellas, a su paso, le imprime un dibujo nuevo.

Así ocurre también con la araña, que da vueltas y vueltas con su mágico hilo para construir su trampa, la cual con cada vuelta se torna más bella y más eficaz.