Todos los deseos son así.
Antes del grácil vuelo que los ha de llevar a su esperado destino, hállanse clavados como dagas de afilados dientes, en el corazón de cada uno de nosotros.
Es por ello quizá que duele cuando nos los arrancan, y es por ello quizá que cuando los vemos cumplidos, sabemos de los Ángeles.
Me encanta el haiku fotopoético con el que nos has obsequiado esta semana. Magníficamente hilvanados el texto y la foto, y magistralmente urdido con el post anterior !!!
🙂